“La seguridad de las personas no depende de las prestaciones de reacción al fuego de los productos aislantes”.
En caso de incendio en un edificio lo más importante es salvaguardar la vida de las personas que lo ocupan. Para ello y con antelación, se debe analizar los posibles focos de incendio y diseñar una estrategia de seguridad contra incendios global que permita cumplir con el objetivo de evacuar con seguridad y rapidez. En este entorno, será imprescindible disponer una detección temprana del incendio, compartimentaciones efectivas entre viviendas o sectores de incendio, recorridos de evacuación sin humos, medios de protección contra incendios adecuados, señalización visible, adecuada accesibilidad para los bomberos, etc. En edificios de gran altura, además de las anteriores, habrá que valorar otro tipo de medidas como la extinción automática, etc.
No hay que olvidar la posibilidad de aplicar un diseño prestacional para cumplir la exigencia de seguridad contra incendios del CTE DB SI.
La mayoría de los casos de propagación de incendios en las fachadas de edificios se producen como consecuencia de un incendio en el interior de la vivienda. El incendio podría evolucionar hacia el exterior a través de las ventanas y alcanzar ocasionalmente el exterior de la fachada.
La propagación hacia los pisos superiores se produce como consecuencia directa del humo y las llamas procedentes del contenido del piso donde se ha producido en incendio. De hecho, es habitual ver imágenes de incendios en fachadas que han alcanzado uno o varios pisos superiores mediante el mecanismo denominado “salto de rana” independientemente de la reacción al feugo de los materiales.