Introducción
En este post os voy a presentar al nuevo colaborador del Blog de la Seguridad contra Incendios, mi amigo Mauricio Bozzano.
Mauricio es el Director Técnico SHYMA Fire Engineering Consulting, miembro activo de NFPA y SFPE (Sociedad de Ingenieros de Protección contra Incendios de EEUU) e Instructor de las normas NFPA 14, 15, 25 y 850. Además es Licenciado en Higiene y Seguridad e Ingeniero en Seguridad Ambiental de la Universidad de la Marina Mercante de Buenos Aires, con posgrado de Especialista en Seguridad contra Incendios en la Edificación de la Universidad Nacional de San Martín y Certificado Superior Europeo de Seguridad contra Incendios.
Es uno de los Auditores Certificados por la norma IRAM 3501 en instalaciones fijas contra incendio y uno de los ocho argentinos Especialistas Certificados en Protección contra Incendios (CEPI) por la NFPA de EEUU.
Posee 10 años de experiencia en la investigación de tecnologías asociadas al incendio en la Universidad Tecnológica Nacional, Regional La Plata y ha realizado dos estancias prácticas con el Departamento de Bomberos de Louisville, KY, USA, además de haber participado en diferentes cursos en la Universidad A & M de Texas, EEUU y en la Universidad de Edimburgo, Escocia.
Entre las firmas principales para las que ha realizado tareas de ingeniería y recepción de instalaciones y sistemas se destacan las plantas del Grupo Fortabat, Holcim, Pluspetrol, Transener, Petrobras, Profértil, Solvay-Indupa, Ternium, Firmenich, Volkswagen, MEGA, VITCO, TGS e YPF.
Hoy Mauricio nos va a explicar la necesidad de disponer de bombas listadas en el caso de la normativa NFPA aplicada lamentablemente a un siniestro.
Descripción del incendio
Hace unos meses atrás me tocó realizar la investigación de un incendio de una planta de almacenamiento de alimentos congelados (Lamentablemente aún hay gente que cree que cosas a -24 °C no son fáciles de quemar). Esta Planta, ubicada en el norte del cordón suburbano de la Ciudad de Buenos Aires, poseía unos 20.000 m2 cubiertos de los cuales el 80 % resultó totalmente destruido por el fuego, con un daño valorado en U$S 48 millones. Lo extraño de ello fue que poseía protección completa por rociadores automáticos y un importante sistema de almacenamiento (650 m3), bombeo (2500 gpm @ 145 psi) y distribución de agua de incendio (10”), lo cual denotaba que la Empresa no había dudado en realizar una importantísima inversión en Protección contra Incendios, la cual a su vez había sido aprobada por el Broker de Seguros y por las dos principales aseguradoras involucradas.
Entonces… ¿Por qué se quemó casi totalmente?
Analizando las memorias técnicas de los sistemas de PCI, cámaras de seguridad, la memoria digital del sistema de detección y los registros de cada equipo comenzaron a surgir las respuestas:
- No había detección dentro de las cámaras refrigeradas.
- Las cámaras refrigeradas poseían rociadores ESFR únicamente en techo….sin embargo estos rociadores sólo podían instalarse sin rociadores en racks para techos de 13,7 m de alto y el techo de estas cámaras era de 14,4 m.
- La única bomba de incendios, motorizada por diésel, no era listada y la firma proveedora, fabricante alemán de primera línea, había emitido un Certificado de Ensayo para su bomba de 2100 rpm, impulsada por el motor diésel….de 1500 rpm nominales, obviamente acelerado para dar 2100 rpm. El tablero de comando era de fabricación local y su sistema electrónico no funcionaba correctamente.
Al momento de iniciarse el fuego por un fallo eléctrico en un equipo dentro de una de las cámaras refrigeradas, los rociadores respondieron….pero la bomba no arrancó, cuando se descubre el incendio (tarde, ya que lo descubren los trabajadores y no un sistema automático de detección) el personal de mantenimiento pone en marcha la bomba que para ese entonces ya tiene una demanda muy importante de caudal por la cantidad de rociadores abiertos. La bomba funciona por unos 15 minutos y se “planta” el motor. A partir de allí el fuego no tuvo contención y sólo dejó de arder cuando ya casi no había nada que quemar (la fuerza y dirección del viento salvaron una parte de la Planta).
Lecciones ¿Aprendidas?
La detección automática no es exigida por NFPA para áreas industriales ni de depósitos, sí la alarma como resulta obvio, sin embargo la detección es una herramienta recomendable en estos casos ya que no sólo permite dar una alarma temprana y salvar vidas sino también poder reaccionar más rápido al combate manual contra el fuego.
Las limitaciones que aparecen en la NFPA 13 para la instalación de rociadores automáticos, y muy especialmente para rociadores ESFR o CMSA, no son caprichosas, son el resultado de años de experimentaciones a escala real, si la altura del techo máxima permitida es de 13,7 m es porque se ha probado a mayor altura y no ha funcionado o la respuesta del rociador es tardía. No deben excederse estas limitaciones excepto en casos muy puntuales con un exhaustivo análisis previo de diseño por prestaciones (Performance-Based Design), y aún esto resulta muy discutible.
La NFPA 20 exige que las bombas para el servicio de incendio sean listadas, esto implica que al ensayo de un modelo de bomba y sus componentes se suma un estricto proceso de visitas programadas y sorpresivas en las instalaciones del fabricante para verificar que mantiene las condiciones que declara en la fabricación del equipo y en la calidad de sus componentes. Por ello utilizar una bomba no listada generalmente es más económico y es posible porque en muchas jurisdicciones está permitido, sin embargo debe entenderse que una bomba no listada no ha sufrido una evaluación tan exhaustiva como una que si lo está. Para el ejemplo que nos ocupa difícilmente una bomba listada utilice un motor que tiene diferentes revoluciones nominales que la bomba que impulsa.
Conclusiones
En suma, el marco normativo NFPA es dinámico, con actualización permanente que incorpora los resultados de ensayos, investigaciones y casos para lograr dar a los sistemas, y a la protección, contra incendios la mayor FIABILIDAD posible, y esta palabra es la clave para una aceptable probabilidad de éxito en un tipo de evento que difícilmente bride una segunda oportunidad.
Director Técnico SHYMA Fire Engineering Consulting